¿Cuál es el pronóstico de huracanes para 2025?
La temporada ciclónica de 2025 se perfila como una de las más activa y vigiladas de los últimos años. Diversas agencias meteorológicas—tanto gubernamentales como académicas—coinciden en anticipar condiciones por encima del promedio en cuanto a tormentas tropicales, huracanes y huracanes mayores. Este pronóstico reviste especial relevancia para regiones costeras y poblaciones vulnerables, dado el incremento de temperaturas superficiales marinas y patrones climáticos favorables al desarrollo ciclónico.
Contexto general del pronóstico
La NOAA publicó en mayo de 2025 un pronóstico actualizado para la temporada de huracanes del Atlántico Norte, estimando entre 13 y 19 tormentas con nombre, de las cuales 6 a 10 podrían convertirse en huracanes y entre 3 y 5 alcanzar la categoría mayor (C3–C5) ReutersThe Washington Post. Esta temporada, que oficialmente corre del 1 de junio al 30 de noviembre, tiene una alta probabilidad (60 %) de superar el promedio histórico cpc.ncep.noaa.govWikipedia.
Diversas previsiones académicas y privadas
Numerosos centros especializados ofrecieron sistemas de estimaciones a inicios de la temporada:
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Colorado State University (CSU) anticipó una temporada muy por encima del promedio, con 17 tormentas nombradas, 9 huracanes y 4 mayores, y un índice ACE de 155 Wikipedia.
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Tropical Storm Risk (TSR), en abril y mayo, presentó estimaciones variables: inicialmente 15 tormentas nombradas, luego revisado a 14, manteniendo alrededor de 7 huracanes y 3 mayores, con ACE entre 120–129 Wikipedia.
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La Universidad de Arizona, la UNC, The Weather Company, UPenn, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), y el Met Office (UKMO) también publicaron proyecciones alineadas con una temporada activa, con rangos que oscilaron entre 12 a 18 tormentas, 6 a 10 huracanes, y 2 a 5 huracanes mayores Wikipedia+1Wikipedia.
Factores climáticos impulsando la actividad
Las condiciones que sostienen estas proyecciones incluyen:
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Temperaturas de la superficie del mar en la región principal de desarrollo (MDR) Atlántico por encima del promedio (+ 0,5 °C), vientos alisios debilitados y baja cizalladura vertical, junto con un monzón africano favorable, que facilitan la formación y desarrollo de ciclones cpc.ncep.noaa.gov.
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Una fase neutral del ENSO, con posibilidad moderada de transición a La Niña, que suele favorecer mayor actividad ciclónica cpc.ncep.noaa.govarXivWikipedia.
Estos elementos se combinan con la actual fase cálida multidecenal del Atlántico, que históricamente está asociada con temporadas ciclónicas más intensas cpc.ncep.noaa.govtropical.colostate.edu.
Incidentes relevantes y evolución de la temporada
Hasta el momento, ya se han observado fenómenos significativos:
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La tormenta tropical Andrea, primera de la temporada, se formó a mediados de junio lejos de tierra y se disipó rápidamente sin generar alertas AP News.
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El huracán Erin, primer huracán y primer huracán mayor (categoría 5) de la temporada, se desarrolló en agosto, alcanzó categoría máxima en intensidad (vientos de 260 km/h), causó 12 muertes y afectó varias islas del Caribe, las Bahamas, la costa este de EE. UU. y parte del Atlántico canadiense El PaísWikipediaWikipedia.
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A principios de septiembre, la actividad ciclónica en el Atlántico parecía inusualmente tranquila, pese al pico estacional habitual alrededor del 10 de septiembre; por ejemplo, un sistema invest (Invest 91L) que presentaba hasta 90 % de probabilidad de desarrollo finalmente se disipó Yale Climate Connections.
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En el Pacífico, huracanes como Lorena y Kiko han tenido protagonismo: Lorena se formó en el Pacífico oriental y amenaza la península de Baja California, mientras que Kiko alcanzó categoría 4 y podría acercarse a Hawai, aunque se espera que se debilite antes del impacto ReutersLive ScienceThe Economic Times.
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El National Hurricane Center reportó un disturbio en el Golfo con hasta 90 % de probabilidad de desarrollo en los próximos días, posible tormenta tropical Gabrielle, que podría afectar el Caribe Chron.
Vulnerabilidades y recomendaciones de preparación
Ante estas previsiones, regiones como Texas, Luisiana, Florida, Carolina del Norte y el Atlántico canadiense enfrentan mayores riesgos de impactos directos, incluyendo inundaciones costeras, vientos intensos, corrientes marinas peligrosas y marejadas ciclónicas ChronEl País.
Además, preocupa la presión sobre recursos institucionales, ya que NOAA y FEMA enfrentan recortes de personal y presupuesto que podrían afectar la capacidad de monitoreo, alerta y respuesta rápida, sobre todo si se incrementara el número o intensidad de tormentas Vox.
Se recomienda que comunidades costeras y gobiernos locales intensifiquen los esfuerzos de educación pública, actualicen planes de evacuación, aseguren rutas accesibles y revisen infraestructuras resistentes, especialmente en áreas con historial de impacto por tormentas anteriores.