Nuevo método podría purgar los océanos del Cesio-137 radioactivo
La ciencia avanza constantemente en la búsqueda de soluciones para enfrentar la contaminación radiactiva en los océanos. Recientemente, investigadores descubrieron una nueva y eficiente forma de extraer el Cesio-137 del agua de mar, un avance que podría marcar un antes y un después en el tratamiento de residuos nucleares y en la protección ambiental de los ecosistemas marinos.
El Cesio-137: una amenaza persistente
El Cesio-137 (Cs-137) es un isótopo radiactivo generado por la fisión del uranio y el plutonio en los reactores nucleares y durante las explosiones atómicas. Su vida media es de 30,17 años, lo que significa que permanece activo durante décadas, liberando radiación gamma altamente peligrosa para los seres vivos.
Los accidentes de Chernóbil en 1986 y Fukushima en 2011 liberaron grandes cantidades de este elemento al medio ambiente, contaminando suelos, ríos y océanos. El Cs-137 se disuelve fácilmente en agua salada, lo que dificulta su recuperación mediante métodos convencionales. Además, puede bioacumularse en la cadena alimentaria, afectando peces, mamíferos marinos y, finalmente, al ser humano.
(Fuente: IAEA.org)
Un nuevo material para atrapar el Cesio-137
El nuevo método desarrollado por científicos utiliza nanomateriales porosos capaces de adsorber selectivamente los iones de Cesio presentes en el agua marina. Según los informes del equipo de investigación, se trata de una estructura cristalina híbrida de alta estabilidad, elaborada a base de óxidos metálicos y polímeros orgánicos, que actúan como una esponja inteligente.
Lo más innovador es que este material no se ve afectado por la alta concentración de sodio y potasio en el agua de mar, un problema que limitaba la eficacia de los sistemas anteriores. Con tan solo unos minutos de contacto, puede retener hasta el 98% del Cs-137, incluso en condiciones extremas.
(Ver más en Nature.com)
Aplicaciones en el tratamiento de aguas contaminadas
El hallazgo no solo tiene relevancia científica, sino también implicaciones prácticas inmediatas. Este nuevo sistema podría instalarse en plantas nucleares, estaciones costeras o incluso en boyas flotantes autónomas que filtren el agua marina en zonas afectadas.
También se proyecta su uso en reactores de fusión experimental y en operaciones de descontaminación posteriores a fugas o vertidos radiactivos. Los costos estimados serían mucho menores que los actuales, ya que el material puede regenerarse fácilmente mediante un lavado químico simple, conservando su capacidad de absorción.
La capacidad de reutilizar el material reduce los residuos secundarios y minimiza los impactos ambientales, un aspecto clave en las tecnologías de remediación sostenible.
(Referencia: ScienceDirect.com)
Implicaciones para la seguridad ambiental y humana
La presencia de Cesio-137 en el agua de mar representa un riesgo latente no solo para los ecosistemas, sino también para la salud pública mundial. Este radionúclido emite radiación que puede provocar daños en el ADN, cáncer y alteraciones genéticas si se acumula en organismos marinos consumidos por el ser humano.
Por eso, el desarrollo de un sistema que pueda eliminarlo de manera efectiva es un paso crucial hacia la seguridad radiológica global. Algunos países con plantas nucleares cercanas al mar, como Japón, Corea del Sur y Francia, ya mostraron interés en aplicar esta tecnología en proyectos piloto.
Además, las naciones del Pacífico expresaron preocupación por los vertidos de agua tratada de Fukushima, y este nuevo método podría ofrecer una alternativa más segura y confiable para reducir los niveles residuales de radiación.
(Ver informe de World Nuclear Association)
Un futuro más limpio para los océanos
Los científicos detrás del proyecto señalan que este avance podría revolucionar el manejo de residuos radiactivos en el siglo XXI. Si se combina con fuentes de energía limpias y políticas de control más estrictas, el impacto de la radiación artificial en el planeta podría reducirse drásticamente.
El uso de nanotecnología aplicada a la descontaminación marina demuestra que la innovación científica puede ser la clave para reparar los errores del pasado. La capacidad de extraer el Cesio-137 de forma selectiva y eficiente ofrece una esperanza concreta para restaurar la pureza de los océanos.
A largo plazo, esta técnica podría expandirse para capturar otros radionúclidos peligrosos como el estroncio-90 o el yodo-131, mejorando la resiliencia ambiental frente a catástrofes nucleares y garantizando la protección de las generaciones futuras.
(Fuente adicional: UNEP.org)
Conclusión
El descubrimiento de una nueva y eficiente forma de extraer el Cesio-137 del agua de mar representa un logro monumental en la lucha contra la contaminación radiactiva. No solo abre la puerta a la recuperación ambiental de zonas afectadas, sino que también sienta las bases de una nueva era de sostenibilidad nuclear, donde la ciencia y la tecnología se unen para proteger la vida en la Tierra.
(Consulta más información en Phys.org)
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