Depresión en el Embarazo: Síntomas, Causas y Cómo Superarla
La Depresión en el Embarazo: Un Desafío Silencioso con Impacto Profundo
El embarazo es a menudo idealizado como un período de alegría ininterrumpida y felicidad desbordante. Sin embargo, para muchas mujeres, esta etapa vital puede estar teñida por una realidad mucho más compleja: la depresión en el embarazo. Lejos de ser una experiencia aislada o un mero «bajón», la depresión en el embarazo es una condición médica seria que afecta a un porcentaje significativo de futuras madres, con consecuencias que pueden repercutir tanto en la madre como en el desarrollo del bebé. Comprender sus causas, síntomas, impacto y estrategias de manejo es crucial para brindar el apoyo necesario a quienes la padecen.
La expectativa social de que el embarazo debe ser un tiempo de euforia puede dificultar que las mujeres reconozcan y verbalicen sus sentimientos de tristeza, ansiedad o desesperanza, lo que agrava la depresión en el embarazo. Esta presión, combinada con los profundos cambios hormonales, físicos y emocionales que experimenta el cuerpo femenino durante la gestación, crea un terreno fértil para el desarrollo de trastornos del estado de ánimo. Es fundamental desmitificar la idea de que la tristeza es una señal de «mala madre» o de falta de gratitud por la vida que se gesta. La depresión en el embarazo es una enfermedad, no una elección personal, y requiere la misma atención y tratamiento que cualquier otra complicación médica.
Comprendiendo la Depresión en el Embarazo: Más Allá de los Cambios Hormonales
La depresión en el embarazo, también conocida como depresión prenatal o antenatal, se caracteriza por un conjunto de síntomas depresivos que aparecen durante la gestación. A menudo se confunde con las fluctuaciones emocionales normales del embarazo, pero difiere en su intensidad, duración y en el impacto significativo que tiene en la vida diaria de la mujer.
Si bien los cambios hormonales, como el aumento y posterior disminución de estrógenos y progesterona, juegan un papel importante en la química cerebral y pueden predisponer a ciertas mujeres, la depresión en el embarazo es multifactorial. No se trata simplemente de una cuestión de hormonas desequilibradas; es una interacción compleja de factores biológicos, psicológicos y sociales.
Factores de Riesgo para la Depresión en el Embarazo
- Antecedentes de depresión o ansiedad: Las mujeres que han experimentado episodios depresivos o ansiosos previos, ya sea antes del embarazo o en embarazos anteriores, tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollar depresión en el embarazo.
- Historial familiar de trastornos del estado de ánimo: La predisposición genética puede desempeñar un papel, haciendo que las mujeres con antecedentes familiares de depresión sean más vulnerables.
- Estrés significativo o eventos vitales estresantes: Situaciones como problemas financieros, dificultades en la relación de pareja, pérdida de un ser querido, o un embarazo no planificado o no deseado pueden actuar como desencadenantes.
- Falta de apoyo social: Un entorno de apoyo limitado por parte de la pareja, familiares o amigos puede exacerbar los sentimientos de soledad y aislamiento, contribuyendo a la depresión en el embarazo.
- Complicaciones del embarazo: Problemas de salud durante la gestación, embarazos de alto riesgo o el miedo a complicaciones en el parto pueden generar altos niveles de estrés y ansiedad.
- Problemas de salud mental preexistentes: Trastornos de ansiedad, trastorno bipolar o trastornos alimentarios no tratados pueden aumentar el riesgo.
- Abuso de sustancias: El consumo de alcohol o drogas puede empeorar los síntomas depresivos y dificultar el afrontamiento.
- Experiencias de abuso o trauma: Un historial de abuso físico, emocional o sexual puede aumentar la vulnerabilidad a la depresión en el embarazo.
Es importante destacar que la depresión en el embarazo puede afectar a cualquier mujer, independientemente de su edad, etnia, nivel socioeconómico o si este es su primer embarazo o no. La clave es estar atentas a las señales y buscar ayuda profesional.
Síntomas y Diagnóstico: Reconociendo la Señales de Alerta
Reconocer los síntomas de la depresión en el embarazo es el primer paso para buscar ayuda. Sin embargo, puede ser un desafío, ya que algunos síntomas se superponen con las molestias normales del embarazo, como la fatiga o los cambios de apetito. La diferencia radica en la intensidad, persistencia y el impacto funcional que tienen en la vida diaria de la mujer.
Síntomas comunes de la Depresión en el Embarazo
- Tristeza persistente o estado de ánimo deprimido: Un sentimiento de tristeza que dura la mayor parte del día, casi todos los días, y que no mejora con el tiempo.
- Pérdida de interés o placer: No disfrutar de actividades que antes resultaban placenteras, incluyendo el interés en el embarazo o el bebé.
- Cambios en el apetito: Pérdida de apetito y pérdida de peso (no relacionada con las náuseas matutinas) o, por el contrario, aumento significativo del apetito y aumento de peso excesivo.
- Trastornos del sueño: Insomnio (dificultad para conciliar o mantener el sueño) o hipersomnia (dormir en exceso), incluso cuando hay oportunidades para descansar.
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Fatiga o pérdida de energía
- Sentirse constantemente cansada o agotada, incluso después de haber dormido lo suficiente.
- Agitación o lentitud psicomotora: Inquietud, irritabilidad, o sentirse como si los movimientos y el habla se hubieran ralentizado.
- Sentimientos de inutilidad o culpa excesiva: Culparse a sí misma por cosas sin razón, sentirse inadecuada o pensar que no será una buena madre.
- Dificultad para concentrarse o tomar decisiones: Problemas para enfocarse en tareas, recordar cosas o tomar decisiones simples.
- Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio: Este es un síntoma grave que requiere atención médica inmediata. Si la mujer tiene pensamientos de hacerse daño a sí misma o al bebé, debe buscar ayuda de emergencia de inmediato.
Es crucial que estos síntomas persistan durante al menos dos semanas y que causen un deterioro significativo en el funcionamiento diario de la mujer para ser diagnosticados como depresión en el embarazo.
El diagnóstico de la depresión en el embarazo generalmente se realiza a través de una evaluación clínica por parte de un profesional de la salud mental, como un psiquiatra, psicólogo o incluso un obstetra bien capacitado. Se utilizan herramientas de detección, como cuestionarios estandarizados (por ejemplo, la Escala de Depresión Postnatal de Edimburgo, EPDS, que aunque se llama «postnatal», también se usa prenatalmente), y una entrevista exhaustiva para evaluar los síntomas, su duración, intensidad y el impacto en la vida de la mujer.
Es importante que los profesionales de la salud pregunten proactivamente sobre el bienestar emocional de la mujer durante las visitas prenatales, ya que muchas mujeres no informarán espontáneamente sus síntomas debido a la vergüenza o el estigma. La detección temprana es clave para un tratamiento efectivo y para mitigar los posibles efectos negativos de la depresión en el embarazo.
Impacto de la Depresión en el Embarazo: Consecuencias para la Madre y el Bebé
La depresión en el embarazo no es solo una cuestión de malestar emocional para la madre; sus repercusiones pueden ser significativas tanto para ella como para el desarrollo y bienestar del futuro bebé. Las consecuencias de no tratar la depresión en el embarazo son amplias y pueden manifestarse a corto y largo plazo.
Impacto en la Madre
- Deterioro de la calidad de vida: La mujer puede experimentar una disminución drástica en su capacidad para disfrutar de la vida, participar en actividades cotidianas y mantener relaciones sociales.
- Mayor riesgo de complicaciones obstétricas: Se ha asociado la depresión en el embarazo con un mayor riesgo de parto prematuro, bajo peso al nacer del bebé, preeclampsia y otras complicaciones durante el parto. Esto puede deberse a la falta de adherencia a los cuidados prenatales, hábitos poco saludables (como una nutrición deficiente) o los efectos directos del estrés crónico en el cuerpo.
- Dificultad para el autocuidado: La mujer puede descuidar su nutrición, su higiene personal y la asistencia a las citas médicas prenatales, lo que pone en riesgo su salud y la del bebé.
- Problemas en la relación de pareja: La irritabilidad, la falta de interés y la baja libido pueden tensar la relación con la pareja, generando conflictos y aislamiento.
- Aumento del riesgo de depresión posparto: La depresión en el embarazo es el factor de riesgo más importante para desarrollar depresión posparto, una condición que afecta a una de cada siete madres y que puede tener un impacto devastador en la vinculación con el bebé.
- Pensamientos suicidas: En los casos más graves, la depresión en el embarazo puede llevar a pensamientos suicidas, lo que representa una emergencia médica.
Impacto en el Bebé
- Efectos en el desarrollo fetal: La investigación sugiere que el estrés materno crónico y la depresión en el embarazo pueden afectar el desarrollo cerebral del feto, la regulación del estrés y el temperamento del bebé. Esto se relaciona con los cambios en los niveles de cortisol materno que pueden atravesar la placenta.
- Mayor riesgo de parto prematuro y bajo peso al nacer: Como se mencionó anteriormente, la depresión en el embarazo se asocia con estos resultados adversos, lo que puede llevar a complicaciones de salud para el recién nacido.
- Problemas de comportamiento y desarrollo en la infancia: Los hijos de madres que experimentaron depresión en el embarazo tienen un mayor riesgo de desarrollar problemas de conducta, dificultades emocionales y retrasos en el desarrollo cognitivo en la infancia.
- Problemas de vinculación madre-bebé: Una madre deprimida puede tener dificultades para establecer una conexión emocional fuerte con su bebé después del nacimiento, lo que puede afectar el desarrollo socioemocional del niño. La interacción reducida y la falta de capacidad para responder a las señales del bebé pueden tener consecuencias a largo plazo.
- Mayor riesgo de trastornos del estado de ánimo en la vida adulta: Algunos estudios sugieren una correlación entre la depresión en el embarazo materna y un mayor riesgo de trastornos del estado de ánimo en la descendencia en la edad adulta.
La importancia de identificar y tratar la depresión en el embarazo radica en su potencial para mitigar estos efectos negativos y promover un resultado más saludable tanto para la madre como para el bebé. La atención temprana es una inversión en la salud a largo plazo de toda la familia.
Opciones de Tratamiento: Abordajes para la Recuperación
El tratamiento de la depresión en el embarazo debe ser individualizado y adaptado a la gravedad de los síntomas, las preferencias de la mujer y la consideración de los riesgos y beneficios para el embarazo. Es crucial que la decisión de tratamiento se tome en consulta con un equipo multidisciplinario que puede incluir al obstetra, un psiquiatra perinatal, un psicólogo y el médico de cabecera.
Principales Opciones de Tratamiento
Psicoterapia:
Terapia Cognitivo-Conductual (TCC): Es una de las terapias más recomendadas para la depresión en el embarazo. Ayuda a la mujer a identificar y cambiar patrones de pensamiento negativos y comportamientos disfuncionales que contribuyen a la depresión. Se enfoca en desarrollar habilidades de afrontamiento y resolución de problemas.Terapia Interpersonal (TIP): Se centra en mejorar las relaciones interpersonales y la forma en que la mujer se comunica y se relaciona con los demás, ya que los problemas en las relaciones a menudo contribuyen a la depresión.Beneficios: La psicoterapia es una opción de primera línea para la depresión en el embarazo leve a moderada, ya que no implica el uso de medicamentos y, por lo tanto, no presenta riesgos directos para el feto. Puede realizarse de forma individual o en grupo, proporcionando un espacio seguro para expresar sentimientos y aprender estrategias de afrontamiento.
Medicamentos Antidepresivos
Para la depresión en el embarazo moderada a grave, o cuando la psicoterapia por sí sola no es suficiente, los antidepresivos pueden ser una opción necesaria.Consideraciones clave: La decisión de usar antidepresivos durante el embarazo es compleja y requiere una cuidadosa evaluación de los riesgos y beneficios. to prematuro, bajo peso al nacer) suelen superar los riesgos de la medicación.Tipos de antidepresivos: Los Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina (ISRS) son los antidepresivos más comúnmente estudiados y utilizados durante el embarazo, con perfiles de seguridad relativamente buenos. Sin embargo, cada caso es único y la elección del medicamento debe ser hecha por un especialista.Supervisión médica: Cualquier medicación debe ser prescrita y monitoreada de cerca por un psiquiatra perinatal o un médico con experiencia en el manejo de la depresión en el embarazo. Es crucial no automedicarse ni suspender medicamentos recetados sin consultar a un profesional.
Terapias Complementarias y Alternativas
Ejercicio: El ejercicio regular, si es médicamente aprobado para el embarazo, puede mejorar el estado de ánimo y reducir los síntomas de la depresión en el embarazo.
- Nutrición: Una dieta equilibrada y nutritiva es fundamental para la salud mental y física. Algunas investigaciones sugieren que ciertos nutrientes, como los ácidos grasos omega-3, pueden tener un papel en la regulación del estado de ánimo.
- Técnicas de relajación: Yoga prenatal, meditación, atención plena (mindfulness) y ejercicios de respiración pueden ayudar a reducir el estrés y la ansiedad.Acupuntura: Aunque la evidencia es limitada, algunas mujeres encuentran alivio con la acupuntura, pero siempre debe ser realizada por un profesional certificado.
- Suplementos: Algunos suplementos como el ácido fólico y la vitamina D se han estudiado en relación con la depresión, pero su uso debe ser supervisado por un médico. Es importante no tomar suplementos sin consultar a un profesional de la salud, ya que algunos pueden ser perjudiciales durante el embarazo.
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Apoyo Social y Grupos de Apoyo:
Conectarse con otras mujeres que están pasando por experiencias similares en grupos de apoyo puede proporcionar un sentido de comunidad, reducir el aislamiento y ofrecer estrategias de afrontamiento.El apoyo de la pareja, familiares y amigos es fundamental para la recuperación de la depresión en el embarazo. Educar a las personas cercanas sobre la condición puede fomentar un ambiente más comprensivo y de apoyo.
La recuperación de la depresión en el embarazo es un proceso que lleva tiempo y esfuerzo. La combinación de diferentes enfoques suele ser la más efectiva. La paciencia, la autocompasión y la persistencia en el tratamiento son clave para lograr el bienestar emocional durante el embarazo y más allá.
El Rol del Entorno y el Apoyo Familiar
El impacto de la depresión en el embarazo se extiende más allá de la mujer que la padece, afectando directamente a su entorno más cercano, especialmente a la pareja y la familia. Un sistema de apoyo robusto y comprensivo es un pilar fundamental en el camino hacia la recuperación. La falta de este apoyo puede, por el contrario, exacerbar los síntomas y dificultar el proceso de tratamiento.
La Pareja como Pilar de Apoyo:
La pareja de la mujer embarazada con depresión juega un papel crítico. A menudo, también experimentan estrés, preocupación y confusión al ver a su ser querido sufrir. Es vital que la pareja se informe sobre la depresión en el embarazo, sus síntomas y tratamientos, para poder ofrecer un apoyo efectivo y no caer en la frustración o la culpa.
- Escucha activa y validación: Permitir que la mujer exprese sus sentimientos sin juicio, validando su experiencia y recordándole que no está sola. Evitar frases como «deberías estar feliz» o «no es para tanto», ya que invalidan su dolor.
- Ofrecer ayuda práctica: Asumir responsabilidades en el hogar, ayudar con las tareas diarias, acompañar a las citas médicas, o simplemente asegurar que tenga momentos de descanso y cuidado personal.
- Fomentar la búsqueda de ayuda profesional: Animar y acompañar a la mujer a buscar y seguir el tratamiento recomendado por los profesionales de la salud.
- Cuidado propio de la pareja: Es importante que la pareja también cuide su propia salud mental y física. El estrés de cuidar a alguien con depresión en el embarazo puede ser agotador, y buscar apoyo para sí mismos (terapia individual, grupos de apoyo para parejas) es crucial para mantener la resiliencia.
El Apoyo de la Familia y Amigos
El círculo familiar y de amigos también tiene un papel importante. Su comprensión y apoyo pueden marcar una gran diferencia.
- Evitar el estigma: No juzgar ni minimizar los sentimientos de la mujer. La depresión en el embarazo es una enfermedad, no una debilidad.
- Ofrecer ayuda concreta: Preguntar qué se necesita y ofrecer asistencia práctica, como preparar comidas, ayudar con otros hijos si los hay, o simplemente pasar tiempo de calidad.
- Fomentar actividades sociales: Si la mujer está dispuesta, invitarla a realizar actividades que antes disfrutaba, pero sin presionar.
- Informarse: Aprender sobre la depresión en el embarazo para entender mejor lo que la mujer está experimentando.
El Papel de los Profesionales de la Salud:
Los profesionales de la salud tienen la responsabilidad de educar a las familias sobre la depresión en el embarazo y de incluir a la pareja y a los miembros clave de la familia en el plan de tratamiento, si la mujer lo desea. Brindar recursos para las familias y reconocer su propio estrés es una parte esencial de una atención integral.
Crear un entorno de apoyo donde la mujer se sienta segura, comprendida y sin prejuicios es tan vital como cualquier terapia o medicamento en el manejo de la depresión en el embarazo. Es un esfuerzo colectivo que contribuye significativamente a la recuperación de la madre y al bienestar de la futura familia.
Prevención y Estrategias de Afrontamiento
Si bien la depresión en el embarazo puede ser impredecible, existen estrategias que pueden ayudar a reducir el riesgo y a mejorar el bienestar general de la mujer embarazada. La prevención y el desarrollo de habilidades de afrontamiento son esenciales, especialmente para aquellas mujeres con factores de riesgo conocidos.
Estrategias de Prevención:
- Planificación del Embarazo: Si es posible, planificar el embarazo puede permitir a la mujer prepararse mental y emocionalmente, y abordar cualquier problema de salud mental preexistente.
- Manejo del Estrés: Aprender y practicar técnicas de manejo del estrés antes y durante el embarazo, como la meditación, el yoga, la respiración profunda o el mindfulness.
- Mantener un Estilo de Vida Saludable: Una dieta equilibrada, ejercicio regular (con aprobación médica) y suficiente descanso son fundamentales para la salud mental.
- Establecer un Sistema de Apoyo Sólido: Construir y nutrir relaciones sólidas con la pareja, familiares y amigos. No tener miedo de pedir ayuda.
- Educación sobre el Embarazo y el Parto: Entender lo que se puede esperar durante el embarazo, el parto y el posparto puede reducir la ansiedad y la incertidumbre.
- Cuidado de la Salud Mental Preexistente: Si hay antecedentes de depresión o ansiedad, trabajar proactivamente con un terapeuta o psiquiatra antes y durante el embarazo para gestionar estas condiciones.
- Evitar el Aislamiento: Participar en actividades sociales, grupos de apoyo para futuras madres o clases prenatales para conectar con otras mujeres.
Estrategias de Afrontamiento Durante el Embarazo
Si la depresión en el embarazo ya está presente, o si se experimentan síntomas leves, las siguientes estrategias pueden complementar el tratamiento profesional:
- Priorizar el Autocuidado: Dedicar tiempo para actividades placenteras y relajantes, aunque sean pequeñas. Esto puede ser leer un libro, tomar un baño relajante, escuchar música o dar un paseo corto.
- Establecer Límites: Aprender a decir «no» a compromisos que generen estrés y delegar tareas cuando sea posible.
- Comunicación Abierta: Hablar honestamente con la pareja, familiares y amigos sobre los sentimientos y necesidades.
- Buscar Apoyo Profesional Temprano: No esperar a que los síntomas se agraven. Cuanto antes se busque ayuda, mejor será el pronóstico.
- Mantener la Rutina: Intentar mantener un horario regular de sueño, comidas y actividades para proporcionar estructura y estabilidad.
- Actividad Física Moderada: El ejercicio puede ser un poderoso antidepresivo natural. Consultar con el médico sobre el tipo y la intensidad de ejercicio adecuados.
- Prácticas de Relajación: Incorporar técnicas de relajación en la rutina diaria, como ejercicios de respiración, yoga prenatal o meditación guiada.
- Diario Emocional: Escribir un diario puede ser una forma útil de procesar sentimientos y pensamientos.
- Evitar el Aislamiento Total: Aunque a veces el deseo sea retirarse, hacer un esfuerzo por mantener contacto con personas de confianza.
- Informarse: Leer sobre la depresión en el embarazo de fuentes confiables puede ayudar a normalizar la experiencia y a entender mejor la condición. Un recurso útil es la página de la American Pregnancy Association sobre la depresión durante el embarazo: https://americanpregnancy.org/healthy-pregnancy/pregnancy-health-wellness/depression-during-pregnancy/
Mirando Hacia Adelante: La Depresión en el Embarazo y la Transición al Postparto
La depresión en el embarazo no es un episodio aislado; es un predictor significativo de la depresión posparto (DPP). Las mujeres que experimentan depresión en el embarazo tienen una probabilidad mucho mayor de continuar con síntomas depresivos después del nacimiento del bebé, lo que resalta la importancia de una atención continua y una planificación cuidadosa para el período posparto.
La Continuidad de la Atención:
- Plan de Postparto: Es fundamental desarrollar un plan de bienestar posparto con el equipo de atención médica antes del nacimiento. Este plan debe incluir estrategias para manejar los síntomas, citas de seguimiento con el terapeuta o psiquiatra, y la identificación de una red de apoyo.
- Monitoreo Continuo: Los profesionales de la salud deben continuar monitoreando la salud mental de la madre después del parto, ya que los síntomas pueden cambiar o agravarse.
- Vinculación Materno-Infantil: La depresión en el embarazo puede afectar la capacidad de la madre para vincularse con el bebé. Los profesionales de la salud y el entorno de apoyo deben estar atentos a estas dificultades y ofrecer estrategias para fomentarla, como el contacto piel con piel, la participación del padre o la pareja en el cuidado del bebé, y el apoyo a la lactancia si la madre lo desea y es posible.
Desafíos Específicos del Postparto para Madres con Historial de Depresión Prenatal
- Cambios Hormonales Drásticos: La caída brusca de las hormonas después del parto puede ser un desencadenante potente para la depresión.
- Privación del Sueño: La falta de sueño crónica es un factor de riesgo importante para la depresión posparto.
- Demandas del Recién Nacido: El cuidado de un recién nacido es exigente y puede ser abrumador para una madre que ya lucha con la depresión.
- Expectativas Irreales: La presión social y personal para ser una «madre perfecta» puede ser abrumadora.
Es vital que las mujeres con antecedentes de depresión en el embarazo reciban apoyo y tratamiento continuo en el período posparto. Recursos adicionales como grupos de apoyo posparto, visitas domiciliarias de enfermeras y consejería de lactancia pueden ser de gran ayuda.
La Esperanza y la Recuperación:
A pesar de los desafíos, es importante enfatizar que la depresión en el embarazo es una condición tratable. Con el apoyo y el tratamiento adecuados, las mujeres pueden recuperarse completamente y disfrutar de la maternidad. La educación y la concienciación son herramientas poderosas para romper el estigma asociado a la depresión en el embarazo y animar a las mujeres a buscar la ayuda que necesitan y merecen.
La salud mental materna es un componente fundamental de la salud pública. Es hora de hablar abiertamente sobre la depresión en el embarazo y asegurar que ninguna mujer tenga que sufrir en silencio.
Recursos Adicionales y Enlaces de Interés
Para aquellas mujeres que buscan información adicional, apoyo o tratamiento para la depresión en el embarazo, existen diversas organizaciones y recursos disponibles. Es fundamental acudir a fuentes confiables y profesionales de la salud para obtener orientación específica.
- MedlinePlus – Depresión durante el embarazo: Una fuente de información médica confiable del gobierno de EE. UU. sobre la depresión durante el embarazo. https://medlineplus.gov/spanish/depressionduringpregnancy.html
- Mayo Clinic – Depresión en el embarazo: ¿Cuándo buscar ayuda? Un artículo completo de la Mayo Clinic que aborda las causas, síntomas y tratamientos. https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/depression-during-pregnancy/symptoms-causes/syc-20350905
- Postpartum Support International (PSI): Aunque su nombre se centra en el posparto, PSI ofrece apoyo, recursos y una línea de ayuda para trastornos perinatales del estado de ánimo y ansiedad, incluyendo la depresión en el embarazo. Tienen una línea de ayuda disponible en varios idiomas. https://www.postpartum.net/
- The National Institutes of Mental Health (NIMH): Ofrece información detallada sobre la depresión y otros trastornos de salud mental, incluyendo recursos para mujeres embarazadas. https://www.nimh.nih.gov/
- American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG): Publica guías y recursos para profesionales de la salud y pacientes sobre la salud mental durante el embarazo y el posparto. https://www.acog.org/
- La Leche League International: Si bien se enfoca en la lactancia, puede ser un recurso para madres que experimentan depresión en el embarazo y se preocupan por la lactancia. Su enfoque de apoyo entre pares puede ser beneficioso. https://llli.org/
Recordemos que la búsqueda de ayuda es un acto de fortaleza, no de debilidad. La depresión en el embarazo es una condición médica que merece atención y cuidado profesional. Al hablar abiertamente sobre ella y apoyar a quienes la padecen, contribuimos a un futuro más saludable para todas las madres y sus bebés.
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