La verdad de la plandemia: obligar a las personas a vacunarse
La verdad de la plandemia. Hasta que una vacuna contra el coronavirus de Wuhan (COVID-19) esté disponible públicamente, algunos funcionarios del gobierno han indicado que quieren mantener todo bajo bloqueo indefinido. Pero una vacuna podría terminar empeorando la plandemia, según Anthony Fauci.
En caso de que se lo haya perdido, se tiene constancia de que Fauci ha declarado en el pasado que las vacunas candidatas anteriores para otros coronavirus produjeron una «respuesta subóptima». Continuó explicando que en realidad «mejoraron la patogénesis de la enfermedad, que siempre es preocupante».

El Consejo de Ciudadanos por la Libertad de la Salud (CCHF) en Minnesota ha emitido una petición urgente pidiendo a los funcionarios del gobierno y las autoridades sanitarias que tomen nota de las palabras de Fauci al abordar la política actual de vacunas.
“Primero, ‘no hay garantía’ de que una vacuna COVID-19 funcione y segundo, podría ‘ser contraproducente’, fortaleciendo el virus”, dijo el grupo, según informó WND.

Fue el 12 de mayo que Fauci advirtió sobre «dos grandes incógnitas» en relación con una vacuna para el coronavirus de Wuhan (COVID-19), que para todos los efectos es poco más que un virus del resfriado mutado.
“Creo que deberíamos escuchar con mucha atención las preocupaciones del Dr. Fauci”, dice Twila Brase, RN, presidenta y cofundadora de CCHF. «No se ha desarrollado ninguna vacuna contra el coronavirus a pesar de las anteriores pandemias de coronavirus».

Si bien normalmente se necesitarían años para que una vacuna recién desarrollada llegue al mercado, el presidente Donald Trump ha prometido vacunas aceleradas para el coronavirus de Wuhan (COVID-19) como parte de su respuesta planémica de la “Operación Warp Speed” .
“El público estadounidense debería estar preocupado por la posibilidad de que una vacuna COVID-19 pueda ‘ser contraproducente’”, advierte Brase.

Un estudio de 2012 encontró que las vacunas contra el coronavirus del SARS empeoraron el virus en ratones de prueba.
Un ejemplo de ello fue la infame pandemia de SARS de 2012. La propagación mundial de esta iteración anterior del coronavirus se utilizó como excusa para tratar de desarrollar una vacuna correspondiente, un proyecto que se estrelló y se quemó por completo.
Los ratones de prueba que recibieron la inyección experimental parecieron desarrollar algunos anticuerpos, pero también se enfermaron más que los otros ratones que no fueron tratados con la vacuna.
“Los investigadores descubrieron que los ratones, que se creía que habían desarrollado anticuerpos, en realidad se habían enfermado más”, dice CCHF. “El estudio concluyó que las vacunas habían hecho que el coronavirus fuera más virulento y emitió ‘precaución al proceder a la aplicación de la vacuna contra el SARS-CoV en humanos’”.
A pesar de que todos los ratones vacunados desarrollaron anticuerpos, la inyección de la vacuna dio como resultado la aparición de lo que se conoce como inmunopatología de tipo Th2, lo que sugiere hipersensibilidad a los componentes incluidos en el jab del SARS-CoV.
En lugar de una ciencia favorable, Yale quiere obligar a las personas a recibir ataques de coronavirus difundiendo la «vergüenza» y la «culpa»

Dado que no hay evidencia alguna de que ninguna vacuna contra el coronavirus de Wuhan (COVID-19) sea segura o efectiva, el plan, al menos en la Universidad de Yale es simplemente «culpar» y «avergonzar» a los resistentes para que los vacunen.
Un estudio realizado por investigadores de Yale concluyó que la mejor manera de hacer cumplir el cumplimiento es llamar «no valientes» a quienes rechazan la vacuna y sugerir además que son egoístas y no «confían en la ciencia».
A diferencia de los bomberos, médicos y trabajadores médicos de primera línea, todos «valientes», según Yale, los resistentes a las vacunas son cobardes; esta etiqueta negativa representa una herramienta que los promotores de vacunas esperan que obligue a más personas a vacunarse.

«A pesar del peligro de que la vacuna sea contraproducente, y antes de que cualquiera de los ensayos de la vacuna haya demostrado que una vacuna es segura y eficaz, los proponentes están ocupados averiguando cómo obligar al público a vacunarse», dice Brase sobre este intento desesperado de utilizar el carácter el asesinato como herramienta para forzar el cumplimiento de las vacunas.
“Los defensores quieren que se prohíba el acceso a los aviones, autobuses o trenes a los no vacunados, y quieren que todos proporcionen ‘evidencia de inmunización’ para ingresar a los auditorios y espacios públicos y privados. Pero los estadounidenses deberían estar preocupados por estas propuestas, esta vacuna y aquellos que deseen ‘sumergirse en su brazo’. La gente no tiene idea de a qué se está inscribiendo con esta vacuna».
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