Pequeña isla que desapareció de la noche a la mañana
El volcán krakatoa, que se encuentra en medio del estrecho de la Sonda entre dos de las islas más grandes de Indonesia, estaba en una pequeña isla que desapareció casi de la noche a la mañana.
La erupción fue tan fuerte que se pudo escuchar en Reunión, a unas 3.000 millas de distancia.
La erupción del Krakatoa en agosto de 1883 fue una de las explosiones volcánicas más mortíferas de la historia moderna.
Cuando el volcán se derrumbó en el mar, generó un tsunami de 37 metros de altura, lo suficientemente alto como para sumergir un edificio de seis pisos. Y mientras la ola corría a lo largo de la costa del estrecho de Sunda, destruyó 300 ciudades y pueblos y mató a más de 36.000 personas.
Casi 45 años después, en 1927, una serie de erupciones submarinas esporádicas hizo que parte del volcán original emergiera una vez más sobre el mar, formando una nueva isla llamada Anak Krakatoa, que significa “Niño de Krakatoa”.
En diciembre de 2018, durante otra pequeña erupción, uno de los flancos de Anak Krakatoa se derrumbó en el océano y las costas de la región fueron nuevamente afectadas por un gran tsunami. Esta vez, 437 resultaron muertos, casi 32.000 resultaron heridos y más de 16.000 personas fueron desplazadas.
A pesar de que Anak Krakatoa había estado activo desde junio de ese año, los residentes locales no recibieron ninguna advertencia de que una gran ola estaba a punto de golpear. Esto se debe a que el sistema de alerta temprana de Indonesia se basa en boyas oceánicas que detectan tsunamis inducidos por terremotos submarinos, como los que se produjeron en el Boxing Day de 2004, en uno de los desastres naturales más mortíferos de todos los tiempos.
Pero los tsunamis causados por erupciones volcánicas son bastante diferentes y, como no son muy comunes, los científicos aún no los comprenden completamente. E Indonesia no tiene un sistema avanzado de alerta temprana para tsunamis generados por volcanes.
Otra vez en el futuro
En algún momento en el futuro, Anak Krakatoa entrará en erupción nuevamente, generando más tsunamis. Dado que es difícil predecir exactamente qué áreas del estrecho de la Sonda se verán afectadas, es de suma importancia que los residentes de las aldeas costeras sean conscientes del peligro.
El tsunami dañó gravemente edificios en la isla de Legundi, a 32 kilómetros de Krakatoa.
Se podría instalar un sistema avanzado de alerta temprana. Incluiría mareógrafos para detectar un aumento en los niveles de agua, imágenes satelitales y mapeo de drones, y un modelo numérico de tsunamis ejecutado en tiempo real.
Cuando este sistema activara una advertencia, se enviaría directamente a los residentes que viven en el cinturón costero. Hasta que se implemente dicho sistema, será vital involucrar a la comunidad local en la gestión y educación del riesgo de desastres.
Necesitamos informar a la gente sobre los riesgos
Pero prepararse para futuros desastres no se trata solo de construir rompeolas o malecones, aunque estas estructuras defensivas son claramente vitales para preservar las playas para el turismo y los negocios locales como la pesca. También se trata de educar a las personas para que se sientan psicológicamente más saludables, más resilientes y menos ansiosas por enfrentar los mega tsunamis del futuro.
Anteriormente destacamos dos ejemplos de participación comunitaria proactiva en aldeas propensas a desastres en el Reino Unido y Japón . En ambos casos, los vecinos saben cómo actuar en caso de un desastre natural sin depender de las autoridades. Es cierto que la destrucción de la tierra y las muertes podrían reducirse si las comunidades locales están bien preparadas para desastres naturales como tsunamis.
Tras el tsunami de Anak Krakatoa de diciembre de 2018, los investigadores locales realizaron un estudio de campo detallado de la costa de la provincia de Lampung, en el lado norte del estrecho, y algunas de las islas cercanas más pequeñas. Encontraros una falta de estructuras adecuadas de defensa contra tsunamis o cualquier sistema de alerta temprana, y casas y negocios construidos muy cerca de la costa sin zona de amortiguamiento. Identificaros un terreno elevado hacia donde los residentes podrían correr en caso de un tsunami y colocaros carteles con rutas de evacuación.
Durante esta encuesta, realizaron una serie de reuniones de grupos focales con residentes y empresas locales para hacer que las comunidades sean más resilientes y reducir su ansiedad sobre futuros mega tsunamis en el área. Desarrollaron un modelo de propagación de olas de tsunami para replicar el tsunami de 2018 y los eventos de tsunami futuros más plausibles, e identificar los tramos costeros más vulnerables, como el pueblo de Kunjir en el continente de Lampung.
También combinaron los resultados de la encuesta de campo, los resultados del modelo numérico y la información publicada para hacer algunas recomendaciones para las comunidades locales. Sugirieron la colaboración activa entre los departamentos gubernamentales y las instituciones locales sobre el tema, y la formación de equipos de preparación para desastres para cada aldea en el sur de Lampung. Los criterios de planificación para el desarrollo de la infraestructura a lo largo de las costas también18 deben revisarse y debe haber un programa de curación de traumas para las víctimas del tsunami de Krakatoa de 2018.
No sabemos exactamente cuándo entrará en erupción el Krakatoa, o si alguna erupción futura coincidirá con las de 1883 o incluso 2018. Esa es una pregunta para los vulcanólogos. Pero debemos hacer lo que podamos para prepararnos para lo peor.
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