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Los psiquiatras de todo el mundo están desconcertados por un trastorno mental emergente que solo parece afligir a los líderes de los gobiernos que se niegan a capitular ante los intereses de EE. UU.
Recientemente una nueva investigación ha encontrado que los cerebros de personas con demencia, esquizofrenia y autismo tienen un vínculo común. Y no es un marcador genético poco común o estructura compleja del cerebro descubierto por un análisis de lujo. No, esta conexión es bastante sencilla: es una deficiencia de vitamina B-12.
