Los anticuerpos del sistema inmunológico actúan como antidepresivos naturales
Un estudio realizado por investigadores alemanes ha descubierto que los anticuerpos que produce el sistema inmunológico para combatir las enfermedades también pueden actuar como antidepresivos naturales.
Cuando el sistema inmunológico ataca al cuerpo, puede tener consecuencias devastadoras que desencadenan trastornos funcionales, y los autoanticuerpos pueden atacar al glutamato, un neurotransmisor.
Investigadores del Instituto Max Planck de Medicina Experimental (MPIEM) en Göttingen, Alemania, investigaron las circunstancias en las que se forman los autoanticuerpos para los receptores de N-metil-D-aspartato (NMDA) y cómo afectan al cerebro.
En el transcurso de su estudio, encontraron que los niveles de NMDA en la sangre pueden fluctuar a lo largo de la vida de una persona. También puede aumentar con la edad. Sin embargo, el estrés crónico puede aumentar la concentración de estos autoanticuerpos.
Esto significa que cuando los anticuerpos ingresan al cerebro para actuar sobre los receptores NMDA, las personas sufren menos depresión y ansiedad, por lo que estos autoanticuerpos sirven como antidepresivos naturales del cuerpo.
Los receptores de glutamato se encuentran en la membrana de las células nerviosas y se unen al glutamato, que es un neurotransmisor conocido. El receptor NMDA, por otro lado, es esencial para el aprendizaje y la memoria, y hasta el 20 por ciento de la población tiene anticuerpos contra este receptor en la sangre.
Los autoanticuerpos combaten la depresión, si pueden ingresar al cerebro
Por lo general, la barrera hematoencefálica evita que los anticuerpos crucen al cerebro. Si esta barrera se daña, los anticuerpos tienen un mayor efecto. Si los anticuerpos se unen a los receptores NMDA en el cerebro, estos se eliminan de la membrana de las células nerviosas, interrumpiendo la señalización a las células vecinas. Por ejemplo, si hay inflamación en el cerebro debido a una infección viral, la presencia de autoanticuerpos puede provocar encefalitis anti-NMDAR, un tipo de inflamación del cerebro que es causada por anticuerpos y puede provocar fiebre, dolores de cabeza y cansancio, y puede ir seguido de psicosis o alucinaciones.
El efecto de estos autoanticuerpos del receptor NMDA puede influir en los síntomas de la encefalitis subyacente. Se sabe que contribuye a los ataques epilépticos, la alteración del movimiento, la psicosis e incluso la pérdida de la función cognitiva. Sin embargo, esto indica que estos anticuerpos tienen la función potencial de aliviar el estrés.
Para probar la hipótesis, el equipo de MPIEM descubrió que la concentración de autoanticuerpos en la sangre de ratones y humanos puede fluctuar con el tiempo. Sin embargo, el nivel aumenta con la edad, ya que el cuerpo se expone continuamente a factores que estimulan el sistema inmunológico y la producción de autoanticuerpos.
Uno de estos factores es el estrés. Los investigadores también dijeron que los ratones con estrés crónico muestran niveles más altos de autoanticuerpos del receptor NMDA en la sangre en comparación con los no estresados.
“Las personas que están sometidas a mucho estrés en sus vidas tienen una mayor probabilidad de portar autoanticuerpos del receptor NMDA en la sangre, incluso a una edad temprana. Si aparece una infección o algún otro factor que debilite la barrera hematoencefálica, los autoanticuerpos ingresan al cerebro y pueden provocar ataques epilépticos u otros trastornos neurológicos ”, dice Hannelore Ehrenreich, una de las investigadoras a cargo del estudio.
Efectos positivos de los anticuerpos
Otro estudio también apoya la hipótesis de que los autoanticuerpos pueden desempeñar un papel positivo en el cerebro. Los investigadores chinos encontraron que el comportamiento depresivo era menos frecuente en ratones con una barrera hematoencefálica deteriorada. Esto se debe a que los anticuerpos anti-NMDAR se acumulan en el tejido cerebral. El hallazgo indica que estos anticuerpos tienen un papel potencial antidepresivo.
Un análisis de una gran base de datos de pacientes también reveló que las personas con autoanticuerpos NMDA y una barrera hematoencefálica permeable también tienen menos probabilidades de experimentar depresión y ansiedad.
El autoanticuerpo de NMDA juega un papel similar al de la ketamina, un antidepresivo que también actúa sobre los receptores de NMDA. “El efecto de estos autoanticuerpos, ya sea que contribuyan a los síntomas de una encefalitis o inhiban la depresión, evidentemente está determinado no solo por su nivel en el cerebro, sino también por cualquier condición subyacente, en particular la presencia o ausencia de inflamación”, Ehrenreich explicado.
Se requiere más investigación para comprender mejor los mecanismos de la función del anticuerpo anti-NMDAR. Este estudio también puede ser clave para desarrollar la comprensión de los mecanismos subyacentes de diversas enfermedades psiquiátricas causadas por la aparición de encefalitis anti-NMDAR y proporcionar a los investigadores una idea de cómo el cuerpo hace frente al estrés mental extremo.
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