Disolver cálculos renales puede llegar a ser muy doloroso

Los cálculos o piedras en los riñones son depósitos duros hechos de sales y otros minerales que se forman dentro de los riñones, por lo tanto disolver cálculos renales puede llegar a ser muy doloroso.

La dieta, los hábitos de estilo de vida y los antecedentes familiares de enfermedad renal contribuyen al riesgo de que una persona desarrolle cálculos renales.

A pesar de su nombre, los cálculos renales pueden afectar cualquier parte del tracto urinario, como la vejiga y el uréter. Por esta razón, la eliminación de cálculos renales puede ser dolorosa. Si no se tratan, los cálculos pueden eventualmente causar daño renal.

Los expertos incluso estiman que una de cada 10 personas desarrollará cálculos renales en algún momento de sus vidas.

 

Cálculos renales: causas, tipos y síntomas.

La orina contiene diversos desechos disueltos en ella, como sodio, calcio, oxalato, urato, xantina y fosfato. Cuando hay demasiados desechos en muy poco líquido, que es el resultado de no beber suficiente agua, esos productos y sustancias de desecho comenzarán a endurecerse y formar una masa sólida.

Esa masa sólida solo aumentará de tamaño a menos que se elimine del cuerpo a través de la orina. De lo contrario, la masa puede permanecer en el riñón o moverse al uréter, donde podría bloquear el flujo de orina. Si bloquea el flujo de orina, la masa provocará una acumulación de orina a lo largo del tracto urinario. Esto luego causa el dolor por el que son conocidos los cálculos renales.

Las siguientes son dos causas comunes de cálculos renales además de la ingesta inadecuada de agua:

1. Dietas ricas en proteínas y sodio: una alta ingesta dietética de proteínas agota los niveles de citrato del cuerpo, una sustancia química en la orina que previene la formación de cálculos renales. El consumo frecuente de alimentos salados también puede aumentar los niveles de calcio en la orina. La mayoría de los cálculos renales se forman a partir de calcio.
2. Enfermedad renal subyacente: los cálculos renales están estrechamente relacionados con la enfermedad renal crónica. Como tal, las personas con antecedentes de esta afección pueden enfrentar un mayor riesgo de desarrollar cálculos renales.

 

Hay cuatro tipos principales de cálculos renales:

1. Cálculos de oxalato de calcio: el oxalato es un ácido orgánico que se encuentra en los alimentos de origen vegetal. En las plantas, se sabe que se une al calcio extra para eliminarlo. Pero en los humanos, esto resulta en cálculos renales porque el oxalato no es un nutriente esencial. 
2. Cálculos de ácido úrico: los cálculos de ácido úrico se pueden formar en personas que pierden demasiado líquido debido a diarrea crónica o malabsorción. La falta de líquido hace que los minerales de la orina se cristalicen y formen cálculos.
3. Piedras de estruvita: la estruvita es un mineral producido por bacterias en el tracto urinario. Los cálculos de estruvita generalmente se forman como resultado de una infección del tracto urinario. Las mujeres son especialmente susceptibles a estos cálculos.
4. Cálculos de cistina: los cálculos de cistina son la forma más rara de cálculos renales. Se forman debido a un trastorno llamado cistinuria que hace que la cistina se filtre en la orina.

Los cálculos renales generalmente no causan síntomas hasta que comienzan a moverse a través del tracto urinario. Si los cálculos se alojan en los uréteres, pueden hacer que el riñón se hinche y que el uréter sufra espasmos, causando dolor. Los cálculos más grandes también tienden a causar otros síntomas notables, como:

• Sensación de ardor al orinar.
• Necesidad frecuente de orinar
• Sangre en la orina
• Orina turbia
• Orina sucia
• Náusea
• Vómitos
• Fiebre o escalofríos
• Dolor en el abdomen

 

Consejos para el manejo y la prevención de cálculos renales

El manejo y la prevención de los cálculos renales dependen de una dieta saludable y agua potable. Siga estos consejos para disolver naturalmente los cálculos renales y evitar que vuelvan a aparecer:

• Beba al menos 2 litros de agua todos los días. Es posible que deba aumentar su consumo durante el verano.
• Limita el consumo de alcohol. El alcohol deshidrata aún más el cuerpo.
• Elija carnes magras o, mejor aún, opte por proteínas de origen vegetal.
• Reduzca el consumo de alimentos con alto contenido de sodio y oxalato.
• Evite los alimentos grasos.
• No ingiera más de tres porciones al día de alimentos ricos en calcio.
• Come frutas cítricas. El citrato de estos alimentos ayuda a prevenir la formación de cálculos renales.

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