El compuesto sulforafano en el brócoli puede ayudar a reparar el daño cerebral
Durante mucho tiempo, los científicos creyeron que la regeneración del cerebro no era posible, pero cada vez hay más evidencia de que un compuesto sulforafano en el brócoli y otras verduras crucíferas puede llevar a cabo esta notable hazaña.
En la década de 1960, los científicos comenzaron a reportar evidencia de regeneración cerebral en el hipocampo de cobayas y ratas adultas y en la corteza de los gatos. Después de eso, comenzaron a surgir más pruebas que ilustran cómo el cerebro está constantemente en un estado de autorregeneración y autorreparación, utilizando células madre neurales para reparar el tejido envejecido y dañado.
Con esta nueva evidencia de que es posible que el cerebro se regenere, los científicos querían encontrar una manera de ayudar en este proceso, y ha surgido un agente neurogenerativo particularmente prometedor en forma de sulforafano, una biomolécula que se encuentra en vegetales crucíferos como el brócoli. El sulforafano brinda nuevas esperanzas a quienes padecen enfermedades neurodegenerativas y daños cerebrales .
Un estudio que se publicó en la revista Genesis mostró que el sulforafano puede poseer importantes propiedades terapéuticas que pueden combatir los trastornos patológicos subyacentes que se observan en personas con enfermedades neurodegenerativas comunes. Estos incluyen inflamación, muerte neuronal, aumento del estrés oxidativo y alteración de la homeostasis del calcio. Además de mitigar estos factores, los autores del estudio también creen que puede estimular la actividad de las células madre neurales.
En el estudio, los investigadores pudieron determinar la concentración óptima de sulforafano que se puede usar para promover el crecimiento de células madre neurales mientras se mantienen intactas las neuronas. También descubrieron que la exposición de las células madre neurales al sulforafano puede conducir a su diferenciación en neuronas, lo que respalda su hipótesis de que el sulforafano puede estimular la reparación del cerebro.
Y no es solo el cerebro el que puede beneficiarse del sulforafano. El compuesto también ha demostrado ser útil en el tratamiento de alrededor de otras 200 condiciones de salud. Por ejemplo, se ha relacionado con una mejor digestión y salud del corazón. También se cree que tiene efectos anticancerígenos y antidiabéticos e incluso puede proteger contra el daño solar.
Cómo obtener más sulforafano en su dieta
El sulforafano se puede encontrar en vegetales crucíferos como el brócoli, el repollo, la col rizada, el bok choy y la coliflor. Los brotes de brócoli se consideran una de las mejores fuentes de sulforafano.
Los investigadores señalan que las verduras crudas tienden a tener niveles más altos de este compuesto beneficioso que las cocidas, y un estudio encontró que el brócoli crudo contiene 10 veces más sulforafano que el brócoli cocido. Si simplemente no puede consumirlo crudo, lo mejor es cocer ligeramente las verduras crucíferas al vapor para preservar sus compuestos beneficiosos. No se recomienda hervir o calentar en el microondas estas verduras si está tratando de obtener los beneficios del sulforafano.
Es importante tener en cuenta que las verduras crucíferas deben picarse, masticarse o cortarse para obtener los beneficios. Eso es porque el sulforafano solo se activa cuando entra en contacto con una enzima involucrada en la respuesta de defensa de las plantas conocida como glucorafanina, que se libera cuando la planta se daña.
También puede mejorar su consumo de sulforafano agregando polvo de mostaza o semillas de mostaza a sus comidas. El contenido de mirosinasa en la dieta de las semillas de mostaza y el polvo puede ayudar a aumentar la disponibilidad de sulforafano en alimentos como el brócoli, especialmente cuando se cocinan estos vegetales.
Aunque los investigadores creen que se necesitan más estudios, su hallazgo sirve como un poderoso recordatorio de cuán beneficiosos pueden ser los regalos de la naturaleza cuando se trata de nuestra salud. Incluir más alimentos como el brócoli en su dieta bien podría tener un valor terapéutico cuando se trata de trastornos degenerativos del cerebro, algo que es particularmente oportuno ya que muchas personas lidian con los efectos neurológicos de las vacunas contra el COVID-19.
