La suplementación con vitamina D mejora la presión arterial en niños con sobrepeso
En un estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition, los investigadores observaron niños obesos y con sobrepeso que también tenían deficiencia de vitamina D. Descubrieron que la suplementación con vitamina D, en alta dosis, todos los días durante seis meses ayudó a reducir la presión arterial de los niños y mejoró su sensibilidad a la insulina.
Sus hallazgos muestran la importancia de obtener suficiente vitamina D de su dieta y los beneficios de mantener niveles saludables de vitamina D.
Riesgo de obesidad y deficiencia de vitamina D
Para su estudio, el Dr. Kumaravel Rajakumar y sus colegas reclutaron a 225 niños con deficiencia de vitamina D de 10 a 18 años de edad de Pittsburgh.
Los participantes jóvenes tenían sobrepeso u obesidad en el ensayo clínico y 211 de ellos eran negros. Los investigadores explicaron que las personas con piel más oscura tienen mayores cantidades de pigmento de melanina en la piel, lo que las hace más propensas a tener deficiencia de vitamina D que sus contrapartes de piel más clara.
Esto se debe a que la vitamina D se crea en el cuerpo cuando la piel se expone directamente a la luz solar, mientras que la melanina en la piel actúa como un filtro solar natural e inhibe la producción de vitamina D.
Además, los niños con sobrepeso y obesos tienen un mayor riesgo de deficiencia de vitamina D. También tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes y enfermedades del corazón.
Para el estudio, los niños se dividieron en tres grupos y se les dieron pastillas que parecían idénticas pero que contenían diferentes cantidades de vitamina D, que se mide en unidades internacionales (UI).
- Un grupo recibió una tableta de 600 UI al día, que es la cantidad diaria recomendada actual en la dieta.
- Otro grupo recibió una tableta de 1000 UI al día.
- El último grupo recibió una tableta de 2000 UI al día, que todavía está muy por debajo del máximo diario de 4000 UI que se considera seguro para los niños de este grupo de edad.
Durante el ensayo, ni los participantes ni sus médicos sabían qué dosis se les dio a los voluntarios.
La vitamina D y el riesgo de enfermedad
Los análisis de sangre revelaron que cuanto mayor era la dosis diaria de vitamina D, mayor era la mejora en la concentración de vitamina D en la sangre de los participantes. Una vez que concluyó el ensayo, ninguno de los grupos se consideró deficiente en vitamina D.
Después de seis meses, los niños que recibieron el suplemento diario de vitamina D de 2000 UI tuvieron un nivel reducido de glucosa en sangre en ayunas y una mejor sensibilidad a la insulina. Estos resultados son importantes porque pueden disminuir la susceptibilidad de los niños a la diabetes y mejorar su salud cardiovascular.
Después de seis meses, los niños que recibieron 1000 UI de vitamina D al día tenían una presión arterial más baja. La presión arterial alta es una gran preocupación porque aumenta el riesgo de ataque cardíaco, enfermedad renal y accidente cerebrovascular.
Vale la pena señalar que el estudio no mostró mejoras en otros marcadores de salud cardiovascular y metabólica. Tampoco reveló cambios significativos en las medidas de la salud de la membrana que recubre los vasos sanguíneos o la rigidez arterial. Ambos son fuertes indicadores de la salud del corazón y fueron las principales medidas que los investigadores estaban tratando de mejorar con la suplementación con vitamina D.
Rajakumar dijo que hay motivos por los que no se observaron cambios en la función endotelial o la rigidez arterial. Es posible que la vitamina D no influya en estos, o que el equipo de investigación no alcanzó ni mantuvo un nivel de vitamina D para producir un efecto significativo.
Rajakumar concluyó que el tratamiento de la deficiencia de vitamina D con altas dosis diarias puede tener un impacto positivo en la salud cardiometabólica de los niños sin causar efectos adversos.
Prevención de la obesidad en los niños
Si bien la suplementación con vitamina D fue beneficiosa para los niños del estudio, la mejor manera de prevenir la obesidad infantil es inculcarles buenos hábitos de vida mientras aún son pequeños . Aquí hay algunas cosas que puede hacer por ellos como padre:
No hagas de la pérdida de peso el objetivo
Los cuerpos de los niños aún se están desarrollando y el Departamento de Salud del Estado de Nueva York (NYSDH) no recomienda las estrategias tradicionales de pérdida de peso para los niños. Hacer cumplir una dieta restringida en calorías también puede impedir que los niños obtengan las vitaminas, los minerales y la energía que necesitan para un crecimiento adecuado.
En su lugar, debe concentrarse en ayudar a su hijo a desarrollar conductas alimentarias saludables.
Proporcionar alimentos nutritivos
Asegúrese de alimentar a sus hijos con comidas saludables, balanceadas y bajas en grasa para que obtengan la nutrición que necesitan. Darles opciones de alimentos nutritivos también les ayuda a desarrollar hábitos alimenticios inteligentes.
Enseñe a los niños la importancia de comer comidas balanceadas con una variedad de alimentos deliciosos y nutritivos como lácteos, frutas y verduras, carnes magras, legumbres y granos integrales.
Medir y controlar el tamaño de las porciones
Comer en exceso puede provocar obesidad, así que asegúrese de que sus hijos coman las porciones adecuadas.
Según el NYSDH, una porción es de dos a tres onzas de pollo cocido, carne magra o pescado. Una rebanada de pan, media taza de arroz cocido o pasta y dos onzas de queso también son una porción.
Anime a los niños a ser activos
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan limitar el tiempo de los niños en el sofá a no más de dos horas por día.
Dado que los niños ya necesitan pasar tiempo haciendo sus tareas y leyendo tranquilamente, es mejor limitar su tiempo con otras actividades sedentarias como mirar televisión, jugar videojuegos y navegar por Internet.
Elimina las tentaciones
Si su despensa está llena de comida chatarra, es más probable que sus hijos coman refrigerios poco saludables.
Al mismo tiempo, los niños buscan en sus padres ejemplos de cómo comer. Para ayudar a sus hijos a mantenerse saludables, sea un modelo a seguir. Elimine las opciones tentadoras pero poco saludables como la comida chatarra que es rica en calorías, sal y azúcar.
Si enseña a sus hijos a planificar las comidas, elegir alimentos bajos en grasas y preparar platos nutritivos, podrán desarrollar hábitos saludables que pueden durar toda la vida y ayudar a prevenir la obesidad.
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